La caída del poderoso general Humberto Ortega

Esta es la historia de uno de los hombres que llegó a tener una gran autoridad en Nicaragua y junto a su hermano Daniel Ortega, configuraron un binomio de poder en los años ochenta. Ese mismo hermano ahora lo mantiene en casa por cárcel y caído en desgracia.

Humberto Ortega, entonces general a la cabeza del Ejército Popular Sandinista, pronuncia un discurso en tiempos de la primera dictadura sandinista.

Óscar Navarrete / Archivo Personal

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Autor: Realidades

  • San José, Costa Rica

En los últimos años había estado alejado de la política y distanciado de su hermano, pero después de una entrevista que concedió a Infobae en la que critica a Daniel Ortega y a su cuñada Rosario Murillo, la Policía impuso casa por cárcel a Humberto Ortega Saavedra, quien fuera el poderoso general del Ejército en los años ochenta.

La casa por cárcel de Humberto ambos están de acuerdo, tanto la señora Murillo como Daniel”, dice Óscar René Vargas, un viejo combatiente del Frente Sandinista que conoció a Humberto Ortega en su juventud, cuando eran guerrilleros. Hasta poco antes de su encarcelamiento, Vargas comenta que mantenía comunicación y “amistad” con Humberto Ortega.

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Vargas también menciona que Humberto teme morir debido a su delicado estado de salud. “Esa fue una de las cosas que hablamos”, cuenta Vargas. Humberto Ortega tiene una falla cardíaca, por lo cual usa un marcapaso. También padece de problemas renales, problemas de próstata, diabetes, y problemas de colon.

De acuerdo con Vargas, Humberto Ortega llegó a ser uno de los hombres más poderosos del país cuando el Ejército estuvo bajo su mando en los años ochenta, y junto a su hermano Daniel como presidente, configuraron un binomio de poder en medio de la guerra que vivía Nicaragua en aquellos años.

La Libertad

Daniel Ortega Cerda y Lidia Saavedra tuvieron seis hijos en total y por las difíciles condiciones económicas que atravesaba la familia murieron los dos primeros Germania y Sigfrido. Después nacieron Daniel, Humberto, Germania y Camilo.

Los hermanos Ortega en su infancia, de izq. a der.: Camilo, Daniel y Humberto. Foto: Cortesía / Archivo La Prensa

Lidia Saavedra era hija del comerciante Benjamín Saavedra y de Mercedes Rivas, mientras que Daniel Ortega Cerda era hijo de Marco Antonio Ortega, un importante granadino de inicios del siglo XX que escribió La Patria Amada, el Himno Nacional de Nicaragua entre 1910 y 1939, y también fue maestro de varias personalidades importantes del país. Uno de sus estudiantes fue Anastasio Somoza García.

Humberto Ortega nació el 10 de enero de 1947 en Juigalpa, a donde la familia Ortega Saavedra se había trasladado después de varios años viviendo en La Libertad. Posteriormente se mudaron a Managua y se asentaron en el barrio San Antonio.

Para los años sesenta, Daniel, Humberto y Camilo Ortega comienzan a tener vínculos con el Frente Sandinista. El primero en integrase a la guerrilla fue Daniel en 1963. Luego lo hicieron Humberto y Camilo.

Humberto Ortega cuenta en su libro La epopeya de la insurrección que tuvo que dejar sus estudios de secundaria en el Instituto Pedagógico de Managua cuando estaba en segundo año para hacerse cargo de los negocios que tenía su padre en la capital, porque este había tenido una operación en la tráquea y estaba mal de salud.

En una entrevista que Humberto Ortega ofreció al diario La Prensa, dijo que se bachilleró en 1966 y que después se formó en filosofía, política marxista, historia, y que recibió cursos militares en Cuba y Corea del Norte.

Para 1967, Humberto Ortega ya se había integrado a la guerrilla y cayó preso por primera vez cuando intentó atacar junto a otros guerrilleros, en el sector del parque Las Piedrecitas, una caravana en la que iba Anastasio Somoza Debayle. Estuvo en prisión poco tiempo y luego pasaría a la clandestinidad y recibiría entrenamiento militar en Cuba.

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En 1969, Humberto Ortega fue parte de un comando de guerrilleros que intentó liberar a Carlos Fonseca Amador de una cárcel de Alajuela, Costa Rica. La acción fue un fracaso porque los guerrilleros fueron capturados cuando estaban huyendo y Humberto recibió disparos que le dejaron las manos inmovilizadas.

Un año más tarde fueron liberados cuando otro comando sandinista liderado por el costarricense Carlos Agüero, junto a su compañera de vida, Ligia Trejos Leiva, secuestraron un avión y exigieron la libertad de Humberto, Carlos Fonseca y demás detenidos. El gobierno costarricense finalmente envió a Cuba a los guerrilleros y Humberto pudo atenderse sus heridas, pero no recuperó completamente la movilidad en sus manos. Esto lo dejó incapacitado para combatir.

Durante sus años en Cuba, Humberto se convirtió en una especie de estrega militar. Fue recibido por Fidel Castro y algunos decían que, de los guerrilleros sandinistas, Humberto era el favorito del dictador cubano.

Terminó por moverse a Costa Rica, desde donde empezó a dirigir algunos combates de la guerrilla en Nicaragua hasta que el 19 de julio de 1979, el Frente Sandinista asumió el poder y Humberto Ortega se convirtió en el todopoderoso jefe del Ejército.

Los Hermanos Ortega

Poco antes del triunfo de la revolución, los sandinistas empezaron a sostener reuniones para unir a las tres tendencias en las que estaban divididos, y así nació la Dirección Nacional del Frente Sandinista, integrada por tres miembros de cada una de estas tendencias.

Humberto Ortega, junto a su hermano Daniel y Victor Tirado fueron los que representaron en la Dirección Nacional a la tendencia que apostaba por la guerra popular prolongada, mejor conocidos como los “terceristas”.

En aquellas reuniones también se decidieron los cargos que ocuparían los comandantes y quienes serían los funcionarios al frente de las instituciones. Ahí se decidió que Humberto Ortega sería el general del naciente Ejército Popular Sandinista.

[2 Sep. 1988] Ejército Popular Sandinista celebra su noveno aniversario en la Hacienda San Jacinto. Foto: Oscar Navarrete (EPS)

El periodista Fabián Medina, en su libro El Preso 198, señala que Humberto bien pudo ser jefe de Estado. “Humberto Ortega, Tomás Borge y Henry Ruiz eran los candidatos naturales para ser jefes de gobierno, pero cualquiera de ellos que hubiese sido seleccionado despertaría una inconformidad que podría ser fatal para la unidad entre los diferentes grupos del Frente Sandinista que se había logrado en marzo de 1979”, señala Medina.

Por esta razón es que se escogió a Daniel Ortega como coordinador de la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional, y posteriormente como presidente en 1984, ya que su figura no despertaba celos entre los demás comandantes del Frente Sandinista por considerarlo “tonto” y por no haber tenido la trayectoria que tuvieron los demás en la lucha guerrillera.

[21 Dic. 1988] Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, en almuerzo de fin de año con la jefatura del EPS en la casa L. A su lado, el general Humberto Ortega. Foto: Óscar Navarrete

Pero una vez decidido el jefe de gobierno, faltaban los demás cargos. Como Daniel ya había quedado al frente de lo civil, Humberto quedó al frente de lo militar. Él mismo lo explicó a Medina.

“A mí no tenía que nombrarme nadie, nosotros nos nombrábamos solos. ¿Quién me iba a nombrar a mí? Si nosotros teníamos el poder total. Nadie iba a decir no a Humberto Ortega. Nadie iba a proponer a otros que no fuera yo. ¿Por qué? Porque era obvio que si nosotros llevamos el peso fundamental al final en esa lucha, y si fue la tendencia insurreccional la que abrió las puertas de la victoria, era lógico que Daniel fuera el presidente y Humberto el hombre de las fuerzas armadas. Eso no era discusión”, contó.

El 19 de agosto de 1979, la Dirección Nacional designó a Humberto Ortega como el comandante en jefe del Ejército Popular Sandinista (EPS), mientras que Daniel pasó de coordinador de la Junta a presidente de Nicaragua en 1985. Así, los hermanos Ortega consolidaron un binomio de poder en los cargos más importantes.

Daniel fue presidente hasta 1990, cuando perdió el poder por la vía electoral, mientras que Humberto Ortega mantuvo su cargo hasta 1995, cuando la entonces presidenta Violeta Barrios de Chamorro lo envió a retiro.

Presidenta de Nicaragua Violeta Chamorro y Humberto Ortega se saluda a la Mandataria antes de empezar la ceremonia de traspaso de Banda Presidencial l 26 de abril 1990. Foto: Cortesía / Archivo La Prensa

Como general del Ejército, Humberto Ortega, fue el principal defensor y promotor del Servicio Militar en los años ochenta durante la guerra con la Contrarrevolución. Además, exigía que le llamaran “comandante en jefe” porque consideraba que eso le daba mayor nivel que los otros comandantes de la revolución.

Roger Miranda Bengoechea fue su asistente personal entre 1982 y 1987 y escribió un libro llamado La guerra civil en Nicaragua: dentro de los sandinistas. Describe a Humberto Ortega como “megalómano” y cuenta que para aquellos años el general se hacía el importante y cuando tenía reuniones acostumbraba a llegar tarde. “Hacía esperar a la gente para mostrar su importancia”, escribe.

Tras la derrota electoral del Frente Sandinista en 1990, Humberto Ortega permaneció como jefe del Ejército por cinco años más. Para entonces ya tenía algunas discrepancias con su hermano Daniel, con quien incluso se peleó durante el sepelio de su madre en 2005.

Rosario Murillo

Para los años noventa, los hermanos Ortega ya tenían diferencias. Humberto estaba casado con Ligia Trejos Leiva, la guerrillera que lo rescató de la cárcel en Costa Rica. Con ella tuvo tres hijos: Amanda, Óscar, y Mariana. Esta última fue finalista del certamen Miss Nicaragua en 2004.

Daniel, por su parte, ya vivía con Rosario Murillo. Roger Miranda Bengoechea describe en aquel entonces a Murillo como una mujer “dominante”, “con una gran influencia sobre (Daniel) Ortega”.

“Esa mujer deshonra a Daniel”, solía decir Humberto Ortega, según relata Miranda en su libro. Esto causaba fricciones entre los hermanos.

Tras la derrota electoral de 1990, los hermanos Ortega decidieron que su madre, Lidia Saavedra fuera cuidada por su hermana Germania, pero esta última falleció así que Humberto se hizo cargo del cuidado de su madre porque Rosario Murillo no permitió que su suegra entrara al círculo familiar de Daniel.

Lidia Saavedra falleció el 3 de mayo de 2005 y durante sepelio los hermanos Ortega discutieron y estaban tan divididos que Humberto quería sepultarla en un cementerio privado de lujo, mientras que Daniel, en el Cementerio General de Managua. Para calmar la confrontación, el entonces cardenal Miguel Obando y Bravo medió.

Los hermanos Ortega llevan el féretro de doña Lidia Saavedra. Foto: Cortesía / Archivo La Prensa

“Una madre siempre quiere ver a sus hijos unidos, por eso desde arriba doña Lidia estará bendiciendo y rezando por la unidad de sus hijos, nietos y demás familiares”, dijo Obando durante la homilía.

Para diciembre de 2018, cuando la crisis política ya había estallado en Nicaragua, Humberto sugirió a su hermano adelantar elecciones para encontrar una solución, pero Daniel reaccionó durante un discurso en que llamó “peón del imperio” a Humberto.

La relación entre ellos no parecía mejorar hasta que, a finales de 2022, Daniel Ortega visitó a Humberto, rompiendo el distanciamiento que mantenían desde hace años. La razón, según se dijo en ese entonces, es que Humberto estaba muy mal de salud.

Después de una entrevista ofrecida a Infobae, a Humberto Ortega le fue impuesta casa por cárcel y su hermano lo llamó “traidor a la patria”.