Opinión: Valemos más libres que encerrados o muertos
Ya lo decía yo: valemos más libres que encerrados o muertos. Hay que preservar la vida primordialmente. Siempre seguimos trabajando en ese compromiso con la ciudadanía, que es a quienes nos debemos.
Créditos
Tengo más de diez años de experiencia haciendo periodismo. Me gusta el periodismo comunitario y fue esa una de las razones por las que fui detenido en abril de 2023. Me gustaba darle cobertura a eventos religiosos y deportivos.
Trabajaba para un canal nacional, era corresponsal de la zona. Informaba sobre los acontecimientos que ocurrían en el municipio y daba a conocer las problemáticas de la población, sus necesidades. Hay lugares donde quizá muchos no saben que viven personas en extrema pobreza que necesitan atención de salud. Todo esto yo lo daba a conocer.
Cuando me detuvieron daba cobertura a una procesión de mi ciudad local de índole católica que fue totalmente pública. Centenares de personas acudieron y, como mi trabajo es hacer periodismo, me arrestaron al siguiente día, el 6 de abril. Fue un proceso bastante largo el que viví. Me enjuiciaron por «ciberdelitos», «traición a la patria» y «menoscabo a la integridad» de Nicaragua.
A partir de 2018 hubo una fricción entre periodistas y el gobierno. El periodismo independiente se volvió crítico y como es nuestra labor denunciar, ser las voces de los que no tienen voz, el periodismo en Nicaragua se convirtió en un blanco. Muchas personas, muchos periodistas, incluyendo a Miguel Mora, Lucía Pineda Ubau, Miguel Mendoza, etc. fueron encarcelados, otros desterrados. Diario había medios de comunicación cerrados.
Desde el primer momento que fui secuestrado, yo tenía la convicción de que iba a salir porque era inocente. Recuerdo que ese mismo día, 6 de abril, ya por la madrugada, tras un intenso interrogatorio, me mostraron una publicación de un colega. Me preguntaron, inicialmente, quién era esa persona. Les comenté que era Miguel Mendoza. Me dijeron que estaba demandando mi libertad.
Estaba reportando sobre mi desaparición. Me sentí reconfortado porque en ese momento yo pensaba que estaba haciendo eco en los medios de comunicación, aunque ni siquiera mi familia sabía dónde estaba, y estoy muy agradecido con la prensa independiente, con los periodistas exiliados de Nicaragua que están haciendo un buen trabajo, y mes a mes informaban y demandaban en campañas mi liberación.
Pude darme cuenta en varias ocasiones porque salía a cortar cabello en el penal a la mayoría de los presos políticos y personal del penal me informaba que salía en las redes. Sabía que tenía ese respaldo.
Insto a los medios internacionales a que pongan el ojo y la lupa sobre Nicaragua. Corre un gran riesgo la libertad de prensa. En Nicaragua no hay medios que informen lo que sucede; a los que siguen trabajando en el país, les pido que sigan trabajando comprometidos con la verdad.
Pero ya lo decía yo: valemos más libres que encerrados o muertos. Hay que preservar la vida primordialmente. Siempre seguimos trabajando en ese compromiso con la ciudadanía, que es a quienes nos debemos.
La prensa nicaragüense en el exilio ha buscado la manera de informar de forma objetiva y veraz, utilizando herramientas como la digitalización. Lo importante es no callarse y seguir informando y un ejemplo claro fue la demanda de mi libertad.